Piedras en el riñón, ¿y ahora qué?

Entre el 5-20% de las personas sufrirán un cólico nefrítico y esta tendencia está en aumento. Más en los hombres que en mujeres y más en según qué países, en Arabia saudí es de un 20%, más frecuente en personas obesas o con síndrome metabólico. Una vez ya has tenido un episodio la probabilidad de que se repita es del 50% durante los 10 años siguientes.

La patología es fácil de entender. Se trata de una precipitación de minerales consecuencia de un desequilibrio que puede tener que ver desde el pH de la orina o la falta de ingesta de agua suficiente. Pasando por modificaciones anatómicas o incluso la herencia genética.

¿En qué consiste un cólico nefrítico?

Es un dolor muy intenso de inicio súbito en la zona lumbar que no mejora con el reposo. Puede irradiar hacia la ingle y provocar náuseas, vómitos, mareos y hasta sangre en la orina. Suele durar entre 7 y 10 días.

Los días previos puede haber una molestia inespecífica como si empezara una infección de orina. Ese dolor tan intenso hay quien lo compara con un dolor de parto o de fractura ósea y es consecuencia del movimiento de la piedra por el uréter. Por eso, a veces existe una piedra en el riñón, pero de manera asintomática. Podemos convivir con ella sin enterarnos, solo cuando se mueve empieza a causar dolor intenso.

¿Cómo se diferencia de un dolor de espalda o una infección de orina? La infección de orina hoy en día se puede detectar mediante auto test de diagnóstico. El dolor muscular o de artrosis no es de inicio súbito sino que comienza poco a poco así podríamos diferenciarlos en un primer momento.

¿Por qué sucede?

– Restricción hídrica: no se bebe suficiente agua, y no vale beber de golpe 2 litros cuando llegues a casa. Hay que beber durante el día de manera constante, mejor 2-3 litros. Esta suele ser la causa principal en gente joven.

– Síndrome metabólico, obesidad.

– Mala alimentación.

– Genética.

¿Hay distintos tipos de piedras?

Se pueden clasificar a grandes líneas en:

– Cálcicas:  60-70%

○         Oxalato cálcico: las más frecuentes.

○         Fosfato cálcico.

– No cálcicas:

○         Ácido úrico 15%.

○         Estruvita o infecciosas un 1%.

○         cistina: debido a problemas genéticos.

Os preguntareis qué importa de qué estén hechas. Pues sí es importante porque en algunos casos se pueden prevenir. Lo recomendable es guardar la piedra cuando se expulsa para llevarla al médico en un envase de cristal.

¿Cómo se trata un cólico nefrítico?

Lo más importante es reducir el dolor. Para ello se prescribe generalmente o bien paracetamol o diclofenaco o dexketoprofeno siempre que no haya contraindicación, incluso metamizol o tramadol en función de la intensidad del dolor. ¿Y se puede hacer algo más? Pues sí, no os sorprendáis cuando el médico os prescriba también tamsulosina. Es un medicamento usado para la hiperplasia benigna de próstata, tanto en hombres como en mujeres. Hay evidencia de que favorece la expulsión de los cálculos uretrales y además disminuye la intensidad y duración del cólico.

En caso de sospecha de litiasis de ácido úrico por sus características radiológicas y pH urinario, se contempla la disolución de la piedra mediante quimiolisis, alcalinizando la orina con citrato potásico o bicarbonato. También se utilizan diuréticos como la hidroclorotiazida, alopurinol. Si las piedras son de ácido úrico y de penicilamina: las litiasis genéticas de cistina. La mayoría de las litiasis se expulsan en una semana.

El médico valorará en función de la circunstancia la litotricia o tratamiento quirúrgico.

¿Se puede prevenir?

Aproximadamente el 50% de las personas que han tenido un cólico nefrítico repiten en 10 años. Existen pequeños hábitos que pueden ayudar a escapar de esta estadística:

– Beber agua suficiente: no hay evidencia del tipo de agua concreto sólo si las piedras son de ácido úrico que sí se recomienda el consumo de agua bicarbonatada para alcalinizar la orina.

– Bebidas como refrescos y zumos industriales aumentan el riesgo.

– Limitar la ingesta de sodio.

– Limitar la ingesta excesiva de proteínas animales.

– Limitar la ingesta de alimentos ricos en oxalato como espinacas, acelgas, remolacha, te negro…

– La ingesta de citrato evita la formación de sales de oxalato y fosfato cálcico, en ello se basan algunos tratamientos preventivos.

– No hay evidencia de que el consumo de vitamina C provoque cálculos.

– Existen algunas plantas medicinales con evidencia:

○         Herniaria glabra: Con acción diurética y conocida como “rompe piedras”.

○         Grama de las boticas: Tradicionalmente utilizada en infecciones urinarias y en prevención de urolitiasis.

○         Cola de caballo: Con acción diurética suave.

○         Saúco: Con acción diurética y antibacteriana.

¿Cuáles son los síntomas de alarma?

– Fiebre igual o + 38.

– Dolor o vómitos persistente aún con analgesia.

– A veces se cree que si se orina no es grave porque el riñón funciona, pero orinar no exime de daño renal, el otro riñón puede funcionar.

– En trasplantados: fiebre 38, anuria y que no haya dolor no significa nada ya que el riñón trasplantado no está inervado

 Y vosotros ¿habéis padecido en alguna ocasión un cólico renal?  Lo mejor es acudir al médico cuanto antes, mientras tanto existen suplementos y medicamentos que no requieren prescripción médica que pueden ayudar.  Aquí estamos si necesitáis consejo.

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