Flibanserina: viagra femenina o la pastilla rosa ¿es eficaz?
La FDA, la agencia estadounidense de regulación de medicamentos nos ha sorprendido esta semana con su recomendación de homologar la flibanserina, la llamada pildora rosa o viagra femenina, ya está más cerca de llegar a las farmacias, un paso adelante teniendo en cuenta que la misma FDA rechazó en otras dos ocasiones la flibanserina, primero porque dijeron que no era totalmente seguro y segundo por que no había evidencias suficientes de que el fármaco fuese eficaz .
En un principio, la píldora rosa fue desarrollada en Alemania por Boehringer Ingelheim; sin embargo, después de un informe negativo de la FDA , Boerrinhger decidió no continuar con el proyecto , Sprout pharmaceuticals compró los derechos de investigación de la pildora rosa a Boehringer Ingelheim y continuó con las investigaciones .
Mientras que en el caso de los hombres existen diferentes fármacos para tratar la disfunción eréctil, como sildenafilo (Viagra®), vardenafilo (Levitra®) o tadalafilo (Cialis®), no hay ningún medicamento comercializado capaz de solucionar la pérdida de libido femenina. ¿pero la falta de apetito sexual es una enfermedad? En el caso del hombre ,tratamos la impotencia, la incapacidad física a pesar de haber apetito sexual, la píldora rosa funciona de otra manera.
A pesar de su apodo como viagra femenina esta nueva pastillita rosa es muy diferente, de hecho, fue, como casi todos los descubrimientos importantes, descubierta por casualidad, en realidad buscaban un remedio para la depresión pero ya en las primeras pruebas se descubrió que la flibanserina podía incrementar el deseo sexual de las mujeres, la falta de deseo en la mujer es mucho más difícil de tratar , mucho más compleja, no tiene un abordaje tan claro como la impotencia masculina.la mayoría de las mujeres que sufren este problema es debido a causas tan complejas como estrés, problemas de pareja, trabajo, la vida cotidiana , factores psíquicos, en muchas ocasiones no hay una razón fisiológica de nuestro cuerpo a la que podamos echarle la culpa. Solo existen un 10 % de mujeres que sufren de anafrodisia, es decir, un desorden de falta de apetito sexual, causado por una deficiencia de unos neurotrasmisores en el cerebro, y a éstas mujeres es a las que la flibanserina puede ayudar.
¿ como actúa?
La flibanserina estimula la producción de los neurotransmisores dopamina y noradrenalina, que se consideran estimulantes del deseo. Al mismo tiempo inhibe la formación de serotonina, un inhibidor del deseo. Está demostrado que cuando aumenta la cantidad de serotonina (neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo), disminuye el deseo sexual. A esta situación puede contribuir el tratamiento con ciertos fármacos antidepresivos.
¿está homologada en España?
Un comité acaba de recomendar su aprobación por la FDA en EEUU para que se empiece a comercializar allí. En España no tenemos fecha todavía. No existe ningún comunicado de la AEMPS(Agencia Española Medicamentos y productos sanitarios) a día de hoy .Todo apunta a que posiblemente tengamos noticias después del verano, pero todos son elucubraciones.
En EEUU ha sorprendido la recomendación del comité de asesores de la FDA para su comercialización y las malas lenguas comentan que obedece a causas tan variopintas como las presiones de organizaciones feministas que consideran que hay muchas píldoras para hombres y nada para mujeres hasta ahora o simplemente una muy buena operación de marketing… en cualquier caso los resultados si son significativos pero no apabullantes y debemos tener en cuenta, que hay que tomarla todos los días y puede provocar desmayos, somnolencia, mareos, náuseas y una disminución de la presión arterial. Estas fueron las las reacciones adversas más comunes con flibanserina ,un 15% de las voluntarias que tomaron el fármaco abandonaron el tratamiento debido a los efectos secundarios, mientras que en los grupos con placebo el porcentaje fue del 7%. Es de preveer que además por su mecanismo de acción interaccione con medicamentos como los antidepresivos.
Todo ello nos hace plantearnos preguntas como:
Si el deseo sexual varia en cada persona a lo largo de su vida dependiendo de sus cirscunstancias ,¿no es perfectamente natural que en determinados momentos de nuestra vida haya un menor deseo sexual?
Está muy bien que se comercialice la viagra femenina, pero sólo si es eficaz, claro que ante estos decepcionantes resultados y la falta de alternativas terapéuticas… por probar… pero sabemos que podemos potenciar la libido femenina de otras muchas maneras, a título únicamente anecdótico hay estudios de lo más variopinto sobre el tema:
- Consumir una o dos copas de vino al día aumenta el apetito sexual, según investigadores de la Universidad de Florencia (Italia).Se hizo un estudio en Italia con 800 mujeres de 18 a 50 años de edad con objeto de averiguar si beber vino tinto tenía algún efecto sobre la libido femenina. Los experimentos, de los que se hizo eco la revista Journal of Sexual Medicine, revelaron que consumir una o dos copas de vino al día aumenta el deseo sexual. Los científicos sugieren que se debe a que los antioxidantes de esta bebida aumentan el flujo sanguíneo en zonas claves del organismo.( ¡ojo! pone 1 ó 2 copas y sólo es un estudio, no queremos induciros a la bebida…)
- El chocolate negro también influye :Otro estudio publicado en la revista The Journal of Sexual Medicine concluyó que las mujeres que toman al menos una pastilla de chocolate negro al día experimentan mayor deseo sexual y tienen relaciones sexuales más placenteras. Y parece que funciona a cualquier edad.
- Practicar yoga no solo aumenta el deseo, también la excitación, la lubricación y el número de orgasmos, según un estudio de la Universidad de Harvard (EEUU).
- También es muy conocido el uso de la maca andina Tradicionalmente, las raíces desecadas de maca son empleadas en el tratamiento de la esterilidad masculina y femenina, de la disfunción sexual masculina y femenina y de estados de fatiga y estrés, si bien no se dispone de ensayos clínicos que avalen su eficacia en mujeres.
Como veis opciones hay «muchas»…